¿Qué significa aceptar el riesgo?
Aceptar el riesgo, o la aceptación del riesgo, ocurre cuando una empresa o individuo reconoce que la pérdida potencial de un riesgo no es lo suficientemente grande como para justificar gastar dinero para evitarlo. También conocido como «retención de riesgos», es un aspecto de la gestión de riesgos que se encuentra comúnmente en los campos de negocios o inversiones.
La aceptación del riesgo postula que los riesgos pequeños e infrecuentes, que no tienen la capacidad de ser catastróficos o demasiado costosos, vale la pena aceptarlos con el reconocimiento de que cualquier problema se abordará cuando surja. Tal compensación es una herramienta valiosa en el proceso de priorización y presupuestación.
Conclusiones clave
- Aceptar el riesgo, o retener el riesgo, es una estrategia consciente de reconocer la posibilidad de riesgos pequeños o poco frecuentes sin tomar medidas para cubrir, asegurar o evitar esos riesgos.
- La razón fundamental detrás de la aceptación del riesgo es que los costos para mitigar o evitar los riesgos son demasiado altos para justificar dadas las pequeñas probabilidades de un peligro, o el pequeño impacto estimado que puede tener.
- El autoseguro es una forma de aceptación del riesgo. El seguro, por otro lado, transfiere el riesgo a un tercero.
Aceptar el riesgo explicado
Muchas empresas utilizan técnicas de gestión de riesgos para identificar, evaluar y priorizar los riesgos con el fin de minimizar, monitorear y controlar dichos riesgos. La mayoría de las empresas y el personal de gestión de riesgos descubrirán que tienen riesgos mayores y más numerosos de los que pueden gestionar, mitigar o evitar dados los recursos que se les asignan. Como tal, las empresas deben encontrar un equilibrio entre los costos potenciales de un problema que resulta de un riesgo conocido y el gasto que implica evitarlo o tratarlo de otro modo. Los tipos de riesgos incluyen incertidumbre en los mercados financieros, fracasos de proyectos, responsabilidades legales, riesgo crediticio, accidentes, causas y desastres naturales, y competencia excesivamente agresiva.
Aceptar el riesgo puede verse como una forma de autoseguro. Todos y cada uno de los riesgos que no se aceptan, transfieren o evitan se dice que se «retienen». La mayoría de los ejemplos de una empresa que acepta un riesgo implican riesgos que son relativamente pequeños. Pero a veces las entidades pueden aceptar un riesgo que sería tan catastrófico que no es factible asegurarse contra él debido al costo. Además, cualquier pérdida potencial de un riesgo no cubierto por el seguro o por encima del monto asegurado es un ejemplo de aceptación del riesgo.
Algunas alternativas a la aceptación del riesgo
Además de aceptar el riesgo, existen algunas formas de abordar y tratar el riesgo en la gestión de riesgos. Incluyen:
- Evitación: Esto implica cambiar los planes para eliminar un riesgo. Esta estrategia es buena para los riesgos que podrían tener un impacto significativo en un negocio o proyecto.
- Transferir: Aplicable a proyectos con múltiples partes. No se usa con frecuencia. A menudo incluye seguro. También conocido como «riesgo compartido», las pólizas de seguro transfieren efectivamente el riesgo del asegurado al asegurador.
- Mitigación: Limitar el impacto de un riesgo para que, si ocurre un problema, sea más fácil solucionarlo. Este es el más común. También conocidas como «optimización del riesgo» o «reducción», las estrategias de cobertura son formas comunes de mitigación del riesgo.
- Explotación: Algunos riesgos son buenos, como si un producto es tan popular que no hay suficiente personal para mantenerse al día con las ventas. En tal caso, el riesgo puede explotarse agregando más personal de ventas.
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